El primero, en el minuto 77, fue fruto de un penalti absurdo cometido por Cota que transformó Salva, y el segundo, en el 84, nació de una arrancada de genio de Kiko que se intentó meter en el área. Poschner botó una falta lejana y Quevedo, sin oposición, adelantó a los locales, que hicieron un espléndido primer tiempo, dominando el juego y creando hasta siete ocasiones claras de gol.