Al día siguiente, el seleccionador Vicente Del Bosque le convocó para disputar la Eurocopa de 2012 que se disputó en Polonia y Ucrania en la que se proclamó campeón pese a no disputar ningún minuto del torneo. Posteriormente abandonó el proceso de imitación de la realidad, denotándose en su obra una inquietud interior, una tensión vital, una crispación que se refleja en el pulso interno de la obra.