 Fue un intento de crear una moda nacional alejada de los dictámenes de la moda francesa. El apego del pueblo a sus prendas tradicionales provocó en 1766 el motín de Esquilache, ante el intento de Carlos III de recortar las capas y reducir el tamaño de los sombreros castizos. Las prendas eran generalmente de tonos vivos, lo cual cambió en la segunda mitad con tonos más oscuros.
 Fue un intento de crear una moda nacional alejada de los dictámenes de la moda francesa. El apego del pueblo a sus prendas tradicionales provocó en 1766 el motín de Esquilache, ante el intento de Carlos III de recortar las capas y reducir el tamaño de los sombreros castizos. Las prendas eran generalmente de tonos vivos, lo cual cambió en la segunda mitad con tonos más oscuros.






