Por otro lado, a nivel iconográfico, si bien empezaron a ejecutarse cada vez mayor número de obras de tema mitológico, la mayor parte de la producción artística seguía siendo religiosa, produciéndose una curiosa simbiosis entre las figuras míticas del desnudo clásico y los personajes cristianos más justificados para aparecer desnudos; así, vemos cómo la figura de Isaac de El sacrificio de Isaac de Ghiberti presenta la tipología clásica de Los hijos de Níobe, cómo la figura de Cristo yacente en el Entierro de Donatello recuerda al Meleagro clásico, o la postura de Eva de La expulsión del paraíso de Masaccio es la de la Venus Púdica.